De la nube pública al centro de datos local
Hubo un tiempo en el que el término nube significaba nube pública, y muchos analistas creyeron que esta tecnología eliminaría la necesidad de que las empresas manejan sus propios servidores o ubicaran la infraestructura en el centro de datos de su elección. Sin embargo, en el transcurso de los últimos años, ha emergido la palabra híbrido, no solo como una aspiración, sino como el modelo preferido por la mayoría de las empresas.
Aunque la nube pública ofrece gran escalabilidad y flexibilidad, el hecho es que, en este modelo, el proveedor de servicios toma muchas decisiones en nombre del cliente. Por eso, para las empresas que precisan saber cómo y dónde se ubican sus datos, el alojamiento local sigue siendo una opción deseable. La nube híbrida ofrece a las empresas la flexibilidad para elegir el lugar donde colocar cada carga de trabajo en función de los requisitos de dicha carga de trabajo individual.
En este informe se analiza la experiencia empresarial típica de la nube a través de una encuesta realizada a 1001 encargados de la toma de decisiones de TI del mundo empresarial, descubriendo que las implementaciones locales deben ser más flexibles y de pago por consumo de lo que han sido hasta ahora.
La necesidad de una experiencia de nube pública en el centro de datos local
Las experiencias de nube pública son abrumadoramente positivas. De los 1001 encuestados, un impresionante 97 % afirmó que su experiencia era buena o mejor de lo esperado; el 64 % afirmó que la nube pública había superado sus expectativas. Estos datos resultan bastante significativos si tenemos en cuenta que, hace tan solo unos años, se hablaba de la nube pública como de una tecnología nueva y probablemente inmadura.
Al parecer, las esperanzas de los encuestados eran elevadas antes incluso de empezar a utilizar la nube. Por cada mejora potencial, la mayoría de los encuestados esperaba que la nube pública aportase más ventajas, desde el 85 % que esperaba mejoras en el aprovisionamiento de recursos al 65 % que esperaba ciertas ventajas a la hora de reducir los costes de puesta en marcha.
En términos generales, la realidad cumplía las expectativas. Cuando se les preguntaba si se había producido cada mejora potencial, solo una pequeña minoría manifestaba sentirse decepcionados. El aprovisionamiento y la escalabilidad de la nube pública se consideraron especialmente satisfactorios, con solo unas tasas de deserción del 3 % y el 5 %, respectivamente. Los costes de puesta en marcha, la utilización y la reducción de los costes resultan menos satisfactorios pero, a pesar de ello, no cumplían las expectativas en un irrisorio 8-10 %.
La experiencia privada sigue siendo un objeto de deseo.
Sin embargo, a pesar de las experiencias tan positivas con la nube pública, nada parece indicar que la nube privada o las implementaciones locales vayan a desaparecer en un futuro próximo: dos tercios de las cargas de trabajo manejadas por los encargados de la toma de decisiones se encuentran alojadas en el entorno local.
En el estudio de 451 Research de 2019, Voice of the Enterprise: Cloud, Hosting & Managed Services, Workloads and Key Projects, se descubrió que, con toda probabilidad, el número de empresas que elegiría la nube privada como ubicación preferente para las funciones empresariales principales iba a crecer del 19 al 27 % en los próximos dos años. El servicio Market Monitor de HPE predice un TCAC del 15 % para los ingresos de la nube pública a escala mundial durante el periodo 2018-2023, con las tecnologías habilitadoras de la nube privada a corta distancia en el 12 %.
No importa cuán superior sea la experiencia de nube pública, algunas empresas simplemente desean saber dónde se encuentran sus datos, cómo se gestionan y mantener la responsabilidad para todos los elementos de su protección. Esto explica por qué la seguridad de los datos y la privacidad ocupan un puesto elevado en la lista de preocupaciones de los encargados de la toma de decisiones: un 68 % considera la seguridad y el cumplimiento como una barrera para la adopción de la nube pública, y un 60 % se decanta por la pérdida de datos. De hecho, todas las ventajas/los retos potenciales sobre los que preguntamos se consideraron problemas para su adopción.
En un estudio Voice of the Enterprise similar de 451 Research, los encuestados consideraban que los requisitos de seguridad específicos, el cumplimiento y la protección de datos eran obstáculos que impedían que ciertas cargas de trabajo pudieran alojarse en la nube pública. El aspecto del control también figuraba entre las prioridades principales, por lo que un 23 % de las empresas evita la nube pública debido a cuestiones como el rendimiento y la disponibilidad. El costo también se sitúa en las primeras posiciones, quizá debido al problema de la escala: el ancho de banda, el almacenamiento y otros costes variables de la nube pública pueden aumentar vertiginosamente a medida que la gravedad de los datos provoca un aumento de datos en la nube.
Si tenemos en cuenta que la nube pública se considera una experiencia positiva y la nube privada se considera segura y conforme, entra dentro de la lógica que la amplia mayoría de las empresas actuales estén adoptando el enfoque híbrido de utilizar implementaciones locales y en la nube pública, con la opción de elegir la ubicación en función de los requisitos específicos de cada carga de trabajo. El estudio Voice of the Enterprise de 451 Research concluye que el 57 % de las empresas están adoptando un modelo híbrido.